ORBYT

El festival

En el mundo de la ópera, Glyndebourne es un festival único. Fundado en 1934, es el máximo exponente de la ópera de mayor calidad y con el firme compromiso de desarrollar nuevos talentos, llegando así a nuevos públicos. Es una cita reconocida mundialmente como uno de los grandes teatros de ópera.

Sus producciones se llevan a cabo en directo en otros teatros mundiales y hasta en cines de ciudades como Nueva York y Tokio.
El Festival de Glyndebourne presenta seis producciones cada año en un teatro de 1.200 asientos, construido en 1994.

La mayoría de las entradas se agotan antes incluso de que comience la temporada. Esto hace que la limitación del aforo haga aún más exclusivo todo lo que rodea al festival.
Glyndebourne ha sido pionero en utilizar las grabaciones a través de emisiones, proyecciones de cine, DVD y streaming para llegar a una audiencia más amplia en todo el mundo.

17

junio

hasta el 31 de agosto

Falstaff

A lo largo de su larga carrera, Verdi ansiaba encontrar un buen tema para una ópera cómica. Hacia el final de la misma se encontró con esta historia, en la forma vasta y jovial del John Falstaff de Shakespeare.

8

julio

hasta el 31 de agosto

Le Nozze di Figaro

"Éste es un Fígaro con gracia única, naturalidad y encanto", publicó 'The Daily Telegraph', mientras para 'The Sunday Times' la producción " reafirma la más querida obra maestra de Mozart, ya que es tanto de su tiempo como eternamente moderna, engrasando Grandage los mecanismos cómicos del libreto de Lorenzo Da Ponte con las manos de un maestro".

1

agosto

hasta el 31 de agosto

Hippolyte et Aricie

La danza es parte integral de esta ópera, que actúa como un contrapunto a la historia de una mujer que se enamora de su hijastro, un hombre que llega a conclusiones erróneas y es perseguido por el destino incierto de dos jóvenes amantes.

21

agosto

hasta el 31 de agosto

Billy Budd

La tensa y asfixiante atmósfera a bordo de un barco de la Armada Británica durante las guerras napoleónicas, con la disciplina brutal y el peligro de ataque siempre presentes, se evoca poderosamente en esta producción de Michael Grandage.